En octubre de 2017 tuvo lugar el V Congreso Internacional del Grupo de investigación Japón, una cifra redonda la de este encuentro, que plantea la necesidad de una reflexión sobre el trabajo que hasta ahora hemos realizado.
El Grupo comenzó su andadura en 2012 con cinco investigadores de la Universidad de Zaragoza, que organizamos con gran ilusión un curso extraordinario de verano en Jaca sobre la lengua y la cultura japonesas. Y, desde entonces, todos los años hemos conseguido reunir a un amplio conjunto de especialistas de prestigio y jóvenes investigadores que, interesados en Japón desde un punto de vista científico, han aportado sus reflexiones en cada uno de los sucesivos encuentros: el primero, «Japón en un mundo global»; el segundo, «Japón y Occidente: estudios comparados»; el tercero, «Japón y el individuo»; el cuarto, «Los nuevos escenarios jurídicos y políticos de la seguridad en Japón»; y, por fin el quinto, «Japón y el agua».
Paralelamente, el Grupo ha ido creciendo en número de investigadores (diecinueve miembros en la actualidad) y en líneas de investigación.
En este reciente encuentro, han participado profesores japoneses, europeos y españoles de más de quince universidades, tanto españolas como extranjeras, que nos han conducido por sus distintas visiones del agua en Japón. En la primera de las sesiones, la visión artística fue el objeto central de las ponencias y comunicaciones, en las que vimos el agua en la fotografía, en la cerámica, en los jardines japoneses… Nos
queda de esa sesión un conjunto de bellas imágenes analizadas con un gran rigor académico y erudición.
Otras visiones han sido literarias y lingüísticas, como las que nos han presentado el papel del agua en el manga o en el anime, por supuesto en el haiku, pero también en la música y en las obras literarias de distintos autores japoneses, para los que el agua
ha sido fuente central de inspiración de sus obras.
El Congreso terminó con la sesión centrada en los análisis históricos, geográficos y jurídicos, que completaron el punto de vista humanístico con estas aportaciones de carácter social, en las que pudimos constatar la importancia que el agua tiene en la cultura jurídica japonesa, como un recurso abundante pero que también debe ser administrado y controlado.
Efectivamente, las aportaciones sobre la regulación de las aguas termales u onsen, las presas en Japón, los derechos de uso y aprovechamiento de las aguas o la importancia del agua como impulso migratorio fueron completadas con los análisis dedicados a la dimensión internacional, ya que Japón es un Estado insular y este hecho tiene una profunda influencia en sus relaciones internacionales, como se pudo constatar en las ponencias dedicadas a la situación con Corea del Norte o a los conflictos territoriales con China.
La Embajada del Japón en España ha tenido siempre un papel relevante en estos encuentros y en el trabajo del Grupo Japón. Y para nosotros es un honor contar con el apoyo y la presencia constante de los sucesivos embajadores en nuestros congresos (el Embajador Sato en nuestros inicios, después el Embajador Koshikawa y ahora el Embajador Mizukami). El reconocimiento institucional de la Embajada a nuestro trabajo nos ha impulsado de manera importante, pero no hay que olvidar que la Fundación Japón, tanto su sede en Madrid como la central en Tokio, han financiado nuestros congresos y las publicaciones del Grupo también se han beneficiado de la generosidad de la Fundación. Nuestro agradecimiento hacia la Embajada y hacia la Fundación es patente y reiterado cada vez que se presenta la ocasión.
Embarcados ya en la preparación del VI Congreso, que coincidirá con el 150º aniversario de las relaciones diplomáticas entre Japón y España, nos quedamos con el recuerdo de un encuentro en el que un tema como el agua, a veces poético y pacífico, pero a veces también controvertido y polémico, nos ha permitido encontrar a viejos amigos, conocer a nuevos colegas y disfrutar de contribuciones científicas de gran profundidad, actualidad y relevancia para los estudios japoneses desde los planos humanístico, social y jurídico.
Zaragoza, 27 de noviembre de 2017